Alkfazer.. Una quimera Obnubilada.

jueves, 18 de marzo de 2010

Desajustes Sociales y Familiares por una Enfermedad

Convivir socialmente con enfermedades poco comprendidas genera un estrés social que se agrega al dolor emocional que provoca la enfermedad en sí misma. El no poder llevar el ritmo de vida al que se estaba acostumbrado, ni cumplir los roles familiares y sociales esperados, llevan a un desajuste en la dinámica social.

Tal es ese desajuste que para el entorno familiar inclusive, se puede p
asar como una persona demasiado hipocondriaca (La hipocondría es una enfermedad por la que el/la paciente cree de forma infundada que padece alguna enfermedad grave. La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo. Puede ocurrir, por ejemplo, con lunares, pequeñas heridas, toses, incluso latidos del corazón, movimientos involuntarios, o sensaciones físicas no muy claras. Aunque el médico le asegure que no tiene nada, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo un rato, pero su preocupación vuelve de nuevo - Wikipedia).

La sociedad no nos prepara para lidiar y comprender a la enfermedad como proceso, y mucho menos aún para manejar situaciones de enfermedad que se prolongan en el tiempo pudiendo en su curso retroceder, progresar, detenerse o alcanzar la curación completa.Se espera que para cada síntoma se prescriba el tratamiento adecuado y se recupere así el estado de bienestar. Cuando ello no ocurre de manera sencilla muchos interrogantes se abren, y si esto se extiende en el tiempo sin encontrar las respuestas apropiadas, el paciente queda indefenso ante un sistema de salud que no ofrece respuestas inmediatas a su problema.

La persona no solo tiene que lidiar con la cronicidad de sus síntomas físicos y la inestabilidad emocional concomitante; también debe hacer frente a la intemperancia que lo circunda cuando en los distintos vínculos no encuentra el acompañamiento que necesita para administrar esta crisis. Esto paulatinamente va creando las condiciones que llevan al aislamiento social. Se ha producido un quiebre en la unidad bio-psico-social de la persona que se expresa en un desajuste psicosocial, y tal es la problemática que ese aislamiento familiar no permite que el paciente mejore su enfermedad, esa cronicidad se ve aumentada por ese catalizador llamado Despojo Social/familiar.

Es fácil explicar como se llega al aislamiento social cuando se sufre de una enfermedad crónica. Lo difícil es, desde la misma enfermedad, encontrar las herramientas que permitan instrumentar a las personas afectadas y a los demás actores sociales, en el aprendizaje de una forma más apropiada de afrontar estas situaciones de enfermedad.

El paciente deberá reconocer y aceptar las nuevas limitaciones y posibilidades que la enfermedad plantea, al mismo tiempo que aprenderá a comunicar socialmente sus nuevas necesidades. Asimismo, el entorno familiar y social deberá aprender a comprender esta clase de limitaciones y ofrecer el tipo de soporte y de ayuda que la situación requiera, paso que diríamos es el más difícil, ya que reconocer y aceptar a esa persona o paciente que está sufriendo que realmente son síntomas reales y que se deben tener cirtas consideraciones, es lo más complicado. Por eso, este trabajo o proceso de mejora del paciente, va acompañado mínimo con el entorno familiar que tal vez lo ha relagado. Sin embargo, si ya hubo esa pérdida social/familiar, será un proceso mucho más lento y complicado.

El tiempo y la forma en que se programará la actividad de la persona afectada exigirá un cambio en la dinámica del grupo y una redistribución de las tareas y de los roles. De lo contrario, al problema de la discapacidad se suma el de la minusvalía, fenómeno social que se expresa en las consecuencias sociales y ambientales que sufre la persona por el hecho de padecer algún tipo de discapacidad. Y es que hablar de discapacidades no es pensar en personas en una silla de ruedas, con muletas o tendidas totalmente en una cama. Una ligera discapacidad puede ser el no cumplir con ciertos roles porque definitivamente no se pueden realizar por el paciente porque afectan su salud (por ejemplo, una persona con SQM - Sensibilidad Química Múltiple deberá cuidarse de cualquier olor para no enfermarse, o una persona con Fibromialgia que no podrá exceder su esfuerzo físico en el día porque empeorará).

Las desventajas se acrecientan como resultado de la falta reconocimiento médico y social de estas enfermedades como debilitantes y discapacitantes. Aquí hay un punto vital para el afectado, porque si el médico no entiende lo que está tratando o no le da el reconocimiento al afectado, será un punto muy frágil y debil para que el afectado o paciente encuentre su lugar y el entorno (social/familiar) lo reconozca como una persona con condiciones especiales.

Fuente Parcial de http://www.arbitrio.com.ar/indexDesajuste-Psico.htm

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